El Departamento de Computación (DC) y el Instituto de Ciencias de la Computación (ICC) están impulsando un programa de becas que busca promover la iniciación de estudiantes de grado en la actividad científica y la participación activa en la vida departamental a través de los grupos de investigación. Los y las participantes seleccionados se incorporan a un grupo de investigación y reciben un estipendio mensual durante un primer cuatrimestre (extensible a un segundo cuatrimestre), financiamiento que es posible gracias a donaciones de graduados del DC. En esta nota compartimos algunas experiencias de participantes.
¿Cómo acercar a estudiantes de grado para que den sus primeros pasos en actividades de investigación? Desde 2019 el DC y el ICC fomentan un programa anual de Becas de Iniciación a la Investigación en Computación. La iniciativa incluye a estudiantes que presenten, junto a investigadores formados del ICC, un plan de investigación para postularse a una selección, de modo de poder insertarse en un equipo de trabajo dentro de las áreas del ICC. Los y las estudiantes pueden asistir a una reunión informativa preliminar con la Secretaría de Investigación.
Los requisitos para participar en el programa son: ser estudiante regular de la Licenciatura en Ciencias de la Computación, haber cursado o aprobado trabajos prácticos de al menos tres materias de las sugeridas para el tercer año de la carrera (AED3, SO, LyC, Redes, IS1). Ser ayudante de segunda o estar en un órden de mérito vigente para dicho cargo es un plus, pero no un requisito excluyente. Aquellas personas interesadas en participar deben presentar un CV con las calificaciones actuales y un plan de trabajo avalado por un/a investigador/a del ICC que incluye una una propuesta de mentor/a (un doctorando o pos-doctorando preferentemente del grupo del investigador), quien también avala el plan presentado.
Luego una comisión designada por la Secretaría de Investigación evalúa las postulaciones y realiza un órden de mérito en base a los antecedentes de los y las postulantes. Una vez que la comienza el programa, y dentro de cada grupo de investigación, un investigador o investigadora a cargo orienta a su becado/a en los temas del área, a través de reuniones y seminarios del grupo, como así también lo/a invita a colaborar en el desarrollo de proyectos y publicaciones.
Cabe recalcar que resulta una experiencia de aprendizaje muy relevante ya que es el primer acercamiento para que los y las pasantes descubran de qué se trata investigar, qué temas de fundamentos, teorías y aplicaciones se trabajan en el área como así también cuál es la metodología de trabajo para desarrollar un proyecto concreto de investigación. Al mismo tiempo, permite interactuar activamente con los grupos de investigadores, formados y en formación, que habitualmente dialogan en las oficinas, aulas y pasillos del departamento.
El programa desde sus participantes
Algunos participantes que completaron la beca en 2020 (llamado del 2019) se animaron a compartir sus testimonios de los principales resultados y el aprendizaje obtenido. También, en algunos casos, describieron cómo se readaptó el trabajo de investigación a la modalidad virtual y sus expectativas de poder realizar, en un futuro, este tipo de tareas en forma presencial.
Mariana Milicich nos contó cómo fue su trayecto en el área Teoría de la Computación, “aprendí muchísimas cosas sobre lo que es el trabajo de investigación, conocí personas que hacen cosas muy interesantes y afirmó mi decisión por dedicarme a la investigación en el área Teoría de la Computación. Desde el grupo de investigación en el que estoy (LoReL) se hacen seminarios casi todas las semanas donde miembros del grupo o gente de otras universidades comparten lo que investigan, me parece sumamente enriquecedor este tipo de actividades. El trabajo que realizamos el año pasado fue presentado en la conferencia ICTAC, a la cual pude asistir de manera virtual. Volví a anotarme a las pasantías para este año, así que sigo trabajando con el mismo grupo, en otro tema. La experiencia de este año es la misma que el año pasado: la dinámica de trabajo es muy buena y estoy aprendiendo mucho, la verdad estoy muy agradecida”, comenta.
Asimismo, Santiago Cifuentes es otro de los participantes quien también colaboró el año pasado en el área Teoría de la Computación, “la pasantía estuvo orientada a desarrollar modelos formales para el razonamiento de bases de datos semiestructuradas, tema sobre el que en un principio no sabía nada. Aprendí muchísimo, leí papers, tuve reuniones y busqué resultados pendientes y preguntas abiertas sobre las que se pudiera trabajar. Demostré mi primer teorema `original’ (en el sentido de que no era un ejercicio de guía ni parcial) y logramos hacer grandes avances en nuestro trabajo, teniendo hoy en día un paper de más de 30 páginas en vías de publicación en un journal muy importante. La verdad que pude tener una experiencia directa del trabajo en el día a día de une investigadore. No es solo la oportunidad de publicar un artículo o presentarse en una conferencia: es la posibilidad de integrarse a un grupo de gente que sabe muchísimo y poder explorar con elles áreas del conocimiento interesantísimas y novedosas. Es descubrir que la ciencia, aunque se investigue algo tremendamente teórico, depende enormemente de la colaboración y del trabajo en equipo”, puntualiza.
Por su parte, Facundo Ruiz, quien realizó el programa en el Área de Inteligencia Artificial, comentó su positiva experiencia y, además, sobre las dificultades de trabajar a distancia, “me resultó incentivador poder formar parte de un grupo de investigación. Pude aprender nuevos temas y herramientas, indagar sobre bibliografía para poder analizar los diferentes casos que surgían, y con esa base poder plantear hipótesis que, con la experimentación, podía luego demostrar o refutar sobre algo en concreto. Creo que para realizar esas actividades influye en gran medida el ambiente en el que se llevan a cabo y el repentino cambio de modalidad hizo que me fuera difícil mantener el ritmo planeado en un principio. Esto llevó a que tampoco pueda interactuar mucho con mi grupo de investigación como para poder formar una opinión concreta al respecto. De todos modos, al no haber en la carrera una actividad que incentive la investigación más allá de los eventuales talleres y trabajos prácticos, se forma un preconcepto sobre cómo es la experiencia que deriva, en parte, a que no haya tantos aplicantes. Por lo que la experiencia es valiosa a modo de aclarar dudas y promocionar más el área a potenciales interesados”, afirma.
Nicolás Pironio, también estuvo en el Laboratorio de Inteligencia Artificial Aplicada y relató su vivencia, “mi experiencia fue muy positiva ya que tuve la posibilidad de armar en conjunto con mi director y tutor el plan de investigación y estuve muy acompañado durante todo el proceso. Dentro de la propuesta iban surgiendo distintas hipótesis que pudimos investigar a medida que iban apareciendo, haciendo súper rica la experiencia de aprendizaje tanto desde el punto del contenido como de la metodología. El grupo de investigación en general es muy abierto y compañero, siempre dispuestos a dar una mano entre sí y en un ambiente muy relajado. Además surgió la posibilidad de presentar el trabajo en distintos congresos, siendo así una introducción a ese mundo que sólo cursando la carrera no podés enterarte cómo es”, subraya.
En tanto que Lucas Figarola desarrolló tareas iniciales de investigación en el área de Modelado y Simulación, particularmente en el Laboratorio de Simulación de Eventos Discretos, “desde el inicio fue una experiencia muy enriquecedora y superó mis expectativas. Tuvimos que adaptarnos a la modalidad virtual, ya que ni bien inicié el recorrido de la pasantía se declaró la cuarentena por la pandemia. El resultado fue muy positivo, ya que logramos adaptarnos a dicha modalidad y coordinar las reuniones y trabajos que nos permitieron avanzar en el tiempo. Pude cumplir dos objetivos importantes: en primer lugar, logré relacionar la carrera con la práctica real, de hecho, en una entrevista laboral en la que me presenté, se interesaron exclusivamente en el trabajo realizado durante la pasantía. En segundo lugar, pude contribuir a la solución de problemas específicos del agro a través de herramientas computacionales”, detalla.
Marcos Blufstein fue otro de los seleccionados, y se postuló para el área de Algoritmos. El participante rescata la conexión de la beca con la tesis de licenciatura y el hecho de poder realizarla a distancia: “me pareció una buena forma de empezar a participar en actividades de investigación y entender mejor en qué consisten. Aprendí bastante de temas que me interesan, y a partir de la pasantía pude empezar mi tesis de licenciatura continuando el trabajo hecho durante el año. Además, a pesar de tener que hacer la pasantía a distancia, mis tutores siempre estuvieron dispuestos a enseñarme y ayudarme en la organización”, resalta.
Por si esto fuera poco, se pudieron obtener testimonios complementarios de quienes están transitando el programa al momento de la redacción de esta nota. Se trata del llamado 2020, cuyos participantes se encuentran en la mitad del proceso. Algunos de los testimonios subrayan la experiencia en proyectos de investigación y la profundidad de los temas trabajados, y también esperan que algún momento se pueda realizar el programa en forma presencial.
Sabrina Silvero, quien trabajó en el área Teoría de la Computación y en base al proyecto “Un marco lógico para el aprendizaje de conceptos ante explicaciones múltiples”, relata cómo fue la experiencia: “el programa me permite poner a prueba herramientas adquiridas a lo largo de las materias cursadas en la carrera, aprender sobre temas que son de mi interés y poder trabajar al respecto, así como también aprender sobre la labor que se realiza en investigación y los tiempos de la misma. A lo largo de la pasantía me pude capacitar más en el área en la que estamos trabajando a través de distintas fuentes bibliográficas recomendadas por mi grupo de investigación y otras con las que me he encontrado al investigar sobre el tema. Aprendí a abordar un proyecto de investigación y las diferentes etapas del mismo. En ocasiones requiere un poco de paciencia porque parece que no avanzamos lo suficiente pero luego todo empieza a tomar forma, se requiere de tiempo para poder madurar los conceptos. También aprendí a documentar todo el trabajo que realizo. Si bien esto es algo que se suele abordar en distintas materias de la carrera, el formalismo es otro y creo que es una herramienta muy útil la que me llevo”, afirma.
Por su parte, Julián Braier participa en el área de Ingeniería de Software, trabajando en el LAFHIS, en la temática de Síntesis de Controladores de Eventos Discretos: “está muy relacionado con temas que se ven en la materia Ingeniería de Software II. En el grupo me dan muchísima libertad para ir viendo cuáles son los temas que más me atraen para trabajar en ellos, eso se disfruta. Mientras tanto siempre se muestran disponibles para ir orientádome o guiándome cuando me hace falta. Hacemos reuniones semanales virtuales, que ojalá pronto puedan ser presenciales. Además de aprender mucho sobre los temas en los que trabajo, siento que voy aprendiendo sobre cómo funciona el sistema científico y de qué se trata el trabajo de investigadorx. Cuando me reciba, estoy seguro de que haber tenido esta experiencia me va a ayudar a decidir sobre mi rumbo laboral”, concluye.
Por último, Lucía Perez, está trabajando en el área Algoritmos, particularmente en el grupo de Optimización Combinatoria sobre el tema de Ruteo de Vehículos: “al principio tuve que estudiar bastante el tema en cuestión porque no tenía las herramientas necesarias para encarar el problema dado que trata temas que no entran en las materias obligatorias de la carrera. Una vez obtenidos ciertos conocimientos ya pude ir metiéndome con el problema en sí, e ir leyendo y releyendo el paper del cual sacamos el algoritmo que tenía que adaptar al problema presentado en mi plan de pasantía. Ahora estoy en la etapa de experimentación: ver si el algoritmo tiene mejoras con respecto a los ya conocidos hasta el momento, tratar de optimizarlo en caso de poder hacerlo, y demás. Muchas veces me topo con cosas que no entiendo y que tengo que googlear, buscar en papers o preguntarles a mis directores o mentores; los cuales siempre están presentes cuando tengo dudas y no tienen problemas en hacer reuniones para ayudarme con lo que necesite. En ese sentido estoy muy agradecida del tiempo que se toman las personas que me acompañan en la pasantía. También me hubiese gustado poder vivir la experiencia de manera presencial, trabajar compartiendo oficina con mis directores y mentores, y descubrir ese otro mundo nuevo, el cual ahora desconozco”, reflexiona.
Un denominador común a los y las participantes es que recomiendan fuertemente a otros estudiantes transitar esta experiencia.
- Mariana Milicich: “Recomiendo en un 100% la pasantía. Es una experiencia que aclara muchas cosas en cuanto a investigar y la vida académica, es genial que se hagan este tipo de cosas para acercar estudiantes a la investigación y que no lo vean como algo muy lejano. Anímense a hablar con investigadores para buscar grupo porque hay muy buena predisposición”.
- Santiago Cifuentes: “Recomiendo enormemente esta pasantía a cualquiera que esté interesado en hacer carrera científica, dado que es un primer paso perfecto. Pero más allá de eso, para aprovechar y disfrutar esta pasantía alcanza con querer aprender y crear algo nuevo”.
- Nicolás Pironio: “Recomiendo completamente la pasantía e incentivaría a que el DC/ICC siga dando esta oportunidad que me pareció muy valiosa. Permite acercarse a un mundo que generalmente no es posible conocer previamente al doctorado y cubre aspectos que la carrera, por sí sola, no te da”.
- Lucas Figarola: “Considero la pasantía altamente recomendable. Permite conectarte con un ambiente real de trabajo en investigación y profundizar en las áreas de conocimiento en los temas afines, ya que amplié lo meramente educativo y logré adquirir experiencia en un ámbito de trabajo más relacionado a la práctica”.
- Marcos Blufstein: “Le recomendaría esta pasantía a cualquiera que considere seguir el camino de la investigación científica después de recibirse. La verdad es que se aprende mucho y te da un pantallazo general de qué significa investigar. Es una buena oportunidad para ver cómo te sentís trabajando en este ámbito”.
Recientemente se realizó una reunión virtual sobre el programa, convocando a interesados e interesadas que deseen comenzar sus actividades en el segundo cuatrimestre de 2021, la cual fue presidida por Rodrigo Castro, Secretario de Investigación del DC y el ICC. También estuvieron presentes becados y becadas actuales, quienes pudieron compartir sus valiosas experiencias. El programa sigue abierto e irá generando nuevos llamados entre una y dos veces por año. Si se cumplen los requisitos, sólo hay que animarse a la postulación.
“Este es un proyecto que nos debíamos hace mucho. Somos un departamento que vive la docencia de noche y la investigación de día, por lo que ayudar a estudiantes a conocer ese mundo diurno era una deuda pendiente. Por otro lado, confirmamos las ganas que tienen los y las estudiantes de participar y el increíble compromiso con el aprendizaje que tienen, queriendo ir más allá del hecho de aprobar las materias”, concluye Sebastián Uchitel, director del ICC y profesor regular del DC.